Bueno el contendio de esto son mis desvarios, tropezones, alucinacion y (pocaS) cosas cuerdas que digo, esrcibo o pienso.

miércoles, setiembre 24, 2008

BiTaCoRa 5




Hoy he leìdo aquel viejo cuento que escribiste esa tarde que llegaste callada y te metiste a la ducha sin saludar. Y luego me contaste la historia de aquella madrugada loca con tres hombres distintos.


Hoy he leido ese cuento y me han dado ganas de llorar. Creo que no puedo contener las làgrimas.


La tristeza invade mi casa hoy.

CáMaRa


Siempre he cargado con una camarita digital. Pequeñita. La cual me salió muy barata en el emporio comercial "Polvos Azules", ex mercadillo de ambulantes sin impuestos. Siempre la he usado para robarme momentos memorables. Cosas, a simple vista, insignificantes. Y para fotografiar y poder comer.


He coleccionado miles de fotos. De mujeres. De autos. Estatuas, etc. Y las he guardado en cajas de zapatos. Siempre me gustó imprimirlas, debido a mi fascinación por lo analogico, lo natural, lo manual y artesano.


Le tengo un cariño muy especial. Siento que a veces tiene vida. Que a veces me mira, cual ciclope, con su lente transparente; con el cual engulle la luz y la convierte en recuerdos.


He vivido con ella como si fuera mi amante. En las noches invernales, la he arropado junto a mi. Cuando las otras mujeres, las de carnes y hueso, se fueron; ella siempre ha estado en el cajón de la cómoda. Esperándome.


Actualmente he perdido el trabajo. La situación no es muy buena, ya que vivo de los ahorros y estiro el dinero de algún premio que gané. Hay días en que el viento de la tarde es el único almuerzo que acompaña a mis intestino desgastados. Por ello he tomado una firme y dolorosa decisión. He decidido vender mi cámara.


Ahora, estoy echado sobre la cama. Mirándola sobre la radio. Nostálgica. Parece que esta al borde de las lágrimas. Esperamos al comprador. Con quien compartirla nuevos momentos.

El timbre suena. Me levanto de la cama. Ella, parece estremecerse.


Doy unos cuantos pasos silentes hacia la puerta. La abro. Y en el marco aparece quien se la llevara. Tiene cara de ser un sujeto bonachón. Y una sonrisa excesiva en los labios.

Me pregunta por ella. La traigo y parece resistirse. La coloco en sus manos y le pido que la cuide. Que es una buena compañera. El me extiende unos billetes sin ningún sentimiento. Y se la lleva entre los brazos. La contemplo alejarse y perderse en medio la tarde.


Desde hoy los recuerdos empezaran a escasear, en esta casa cada vez mas vacía.

viernes, agosto 01, 2008

CaFé ReCuErDo



Saqué un cigarrillo de la cajetilla que tenia a medio usar y lo encendí con un cerrillo. El humo del fósforo casi me ahoga. Abrí la puerta del café "900" y recorrí el lugar, flanqueado por las mesas, mientras que el rechinar del piso de madera me hacia compañía, como un coro de iglesia. Me senté en la mesa de siempre. Donde había compartido sueños, risas, llantos, rupturas y vueltas, con Sofia. Nos habíamos citado en ese lugar, después de muchos meses sin vernos. Ahora que hago un recuento, fueron casi dos años sin ella. Estoy ansioso o eso veo, por la manera que tengo de fumar , encendiendo un cigarrillo con la colilla del otro.

El mozo se me acerca y le pido un wisky con hielo. El alcohol siempre fue mi mayor aliado para enfrentar este tipo de situaciones.

Nos hemos citado para conversar. Fui yo quien la llamo. Le dije que era una cita de buenos amigos, para hablar sobre los viejos tiempos, sobre las noches mejores.

Aceptó. El lugar, le dije, seria el viejo café donde nos conocimos una tarde, en la que yo andaba pensando en la teorizacion del cine y ella venia apurada. Llevando 5 libros pesadísimos en los brazos. Era una excelente equilibrista, para poder caminar, hablar, pensar; con tal cantidad de peso. Solo había entrado al bar a cambiar un billete. Se pidio un cafe y lo tomaba a la carrera. La observaba. Sola ante el mundo. Con esos ojos grandes, negros, llenos de poesía; que siempre me gustaron. Que siempre adore. Que me miraban de par en par cuando hacíamos el amor. Y ese cabello largo liso , como hojas de papel en blanco.

Me aproxime a ella. Le ofrecí un cigarrillo y ella ni alzo la vista para rechazarlo. Le dije hola y ella me respondió diciendo que estaba ocupada y no tenia tiempo para enamorarse, si ese era mi objetivo. Y salio del bar. La perseguí. Estuve un par de semanas acechando su camino. viendo donde trabajaba. A que hora salia. Me sentía un guerrillero del amor.

Un día la aborde al momento de abrir su puerta. Se sorprendió.Le dije que yo era el tipo con quien iba a vivir el resto de su vida. Que yo era el padre de sus hijos. Me dijo que estaba loco, que no la molestara y se abrió camino. Le grite que la amaba, que la amaba desde mi vida anterior. Ella se sonrió y esa fue la señal para poder amarla.

Unas semanas después nos mudamos juntos. Hicimos el amor a la luz de la luna. En la mañana, en la tarde. atendí sus enfermedades, ella, las mías. Soné con ella. Volamos juntos. Nos embriagamos. Compramos cuadros para la casa. Escuche sus penas, ella las mías. Compartimos minutos, horas, días, años.

Pero el amor, a veces, necesita respirar. O es que yo soy así, experimental, a veces necesito estar solo, simplemente solo. huir. Y cogí mis cosas. Las metí en una maleta. Y deje la casa. Sin una nota de despedida. Sin avisar previamente. Ella no supo mas de mi hasta hace unos meses que volví a llamarla. Se sorprendió, pero no quiso saber de mi. Hasta ahora que la espero en este café.

La imagino entrar por esa puerta. Con ese saco gris que siempre adore. Combinado con las all star rosadas, que le iban tan bien. El cabello suelto. Y ese cuello huesudo que tanto me gustaba. Ese cuello huesudo que moría por besar. Creo que aun la amo. O mejor dicho, nunca la deje de amar. Solo que soy así, huraño por momentos.

Han pasado casi dos horas desde que llegue y ella no aparece. Miro la foto que he traído de ella, por si acaso no pueda reconocerla. Esta sonriente. Soñadora. La miro y la amo mas. Que tonto fui al dejarla, pienso. Y me pido un tercer wisky. Las horas pasan y ella no llega. El café esta por cerrar. Creo que no vendrá. Miro la foto y comprendo que solo sera eso. Una foto. Un recuerdo bonito. Un recuerdo que perdí o se dejo perder.

sábado, julio 26, 2008

ReVoLuCiOn ChInA


La china y yo nunca tuvimos una foto juntos. Alguna vez intentamos armar algo que se pareciera a un álbum familiar. Pero se quedó en blanco.

Hoy, después de dos años, he vuelto a casa. Encima de los muebles se han creado desiertos parecidos al sahara. El polvo no perdona la ausencia. He dejado la maleta, que contiene unos cuantos polos y unos jeans deteriorados, sobre el piso. Me he dirigido al cuarto. Contando mis pasos. Como cuando recorría los pasillos de esa carcel que olía a desagüe sin filtro. He abierto la puerta. Ha sido difícil, ya que la cerradura estaba muy dura. El tiempo no perdona ni al mas resistente, pienso. Me he sentado sobre la cama a contar los años mejores. Algo estorbaba debajo de mis pies y me he agachado a recogerlo. Es una caja que fue roja en algún momento, pero ahora es guinda por el descuido. La he abierto y encontrado el álbum de fotos que alguna vez pensamos llenar con fotos de la china y mías. Está en blanco. Como la hoja de vida que en ese momento pensaba comenzar a escribir. Pero cada pagina de ese álbum me trae el cuerpo de la china y su obsesión por la literatura francesa. Y conocer París. Siempre soñamos con viajar juntos y asentarnos por allá. La China nunca pudo esperarme. y la entiendo.

Recuerdo el ultimo día que la vi. Le di un beso en la frente y le dije "Es la ultima vez, te lo prometo, la ultima; no lo hago más. Después de esta, podremos ir a conocer la torre eifel como siempre quisiste". Le agarre las manos y ella me las apretó fuerte, como quien presiente una despedida. Dos lágrimas se asomaron por sus ojos para observarnos en ese momento único. Último. Sublime. Dibujé una sonrisa mal hecha en el rostro y deje caer sus manos sobre la nada. Dí media suelta y corrí. En la esquina, paré. La miré. Estaba inmovil, entregada al destino. Seguí corriendo pero con la mirada hacia ella. Y veía como se iba perdiendo entre la ciudad y la noche.

La china no pudo esperarme. Se fue, simplemente se fue. Sin dejar explicación alguna, sin esos post-it que pegaba por toda la casa para no olvidar frases, filosofías de vida. Solo cogió sus cosas y cogió el primer transporte a un lugar mejor; sin sobresaltos.

No pude resistir la barricada policial. Al comienzo fue fácil esquivar las bombas lacrimógenas y contrarrestar con piedras, palos y cánticos. Así, poco a poco fuimos avanzando hacia el palacio de gobierno. Creíamos que la revolución andaba cerca. Por fin se acabaría el clasismo, la desigualdad y la falta de un reparto justo de riquezas.

Pasaron cuatro días desde el encierro y la china me fue a visitar. Pensé que nunca llegaría. Que me lo merecía por ser así. Por no hacerle caso al presagio que tuvo aquella mañana y me imploro que no fuera. Llegó con los ojos hinchados. Me dijo que había tenido una crisis de alergia. Siempre quiso mostrarse muy fuerte ante estas cosas. No le creí. No supe que decirle. Me sentía muy avergonzado. Sentía que no había podido cumplir con mi palabra de regresar sano y salvo. Es visita fue casi un monologo. Al acabar. Me entrego un libro de Savater "El valor de elegir" y se marcho. Era su forma de despedirse. Lo sabia pero no quise asumirlo.

Las siguientes semanas , cuando llamaban a todos para visitas yo me queda deambulando en el patio, fumando un cigarrillo con el libro que la china me entregó; bajo el brazo. Pero era en vano nunca llegó.

La policía comenzó a disparar petardos y balas de salva. Todos corrimos despavoridos dando la retirada. El sueño de la revolución era aplacado por policías que nos superaban 5 veces en numero armados hasta los dientes. Una señora cayó. Y me detuve. Nadie corrió a auxiliarla. Todos corrían para salvar sus sueños, sus vidas proyectadas en familia y en cómodos sofás reclinables. Tomé un gran trago de aire y corrí hacia ella. La levante y le dije que corriera. Me quede parado esperando a los guardias, mientras dejaba tiempo a que la señora escape. Me cayeron como mil uniformados encima.
Desperté en la clínica del reclusorio. Había sufrido fractura multiple del brazo. El cual ya lucia enyesado. Fue un problema tomar mis huellas. Desde ese momento hasta hoy. Han pasado dos años.

China se que no pudiste esperar. Pensaste que la torre eifel se caería.O la magia de esa Francia literaria se acabaría en cualquier instante, y no podías morir sin vivirla. Te entiendo China. Te deje de lado. Solo quise cambiar el mundo para que seas mas feliz en él. Te falle, china, Te falle. Ahora solo me queda este álbum en blanco que guardo en la cajita roja, donde se quedaron todos nuestros sueños de común denominador.

viernes, mayo 09, 2008

BiTaCoRa 4



Tus brazos alrededor de mi cintura y el calor de tu cuerpo, se han quedado marcados, aún, en mi piel.

Tu espalda perfecta y tus ojos rasgados. Los cuales desprenden lagrimas al penetrar mi ser en ti.

Tu cuerpo de cello. Tus cicatrices que con cada beso se borran. Todo eso esta guardado en mi cuarto. El cual es un cuarto del rescate.

Y he marcado con tinta indeleble en la pared. Hasta donde deben llegar los recuerdos que me dejas cada día. Para poder darte a cambio mi alma imperio, que no es mucho, pero vale algo. Y puedas dividirlo en parcelas y distribuir el uso ,correcto, de cada una de ellas.

...

Con cada dia que pasa. Y lo comparto contigo. Se va haciendo mas dificil respirar en el cuarto del rescate. Ya casi no hay espacio para el odio. Tendre que ir dejando afuera los malos recuerdos y las heridas añejas. Hasta que les encuentre un espacio, tal vez lejano, donde vivan. Porque sino no tendre lugar donde dormir la siesta.