Bueno el contendio de esto son mis desvarios, tropezones, alucinacion y (pocaS) cosas cuerdas que digo, esrcibo o pienso.

miércoles, agosto 31, 2011

AnEsTeSiA


Estoy sentado en una gran sala blanca llena de luz.  Me hace recordar esas imágenes que nos muestran en el colegio sobre como sería el cielo si es que nos portamos bien y llegáramos a dar con nuestras almas ahí. Creo que solo me quedaré con esas imágenes en la cabeza, porque como va mi vida, aún no he acumulado muchos puntos para canjear mi entrada a ese lugar.

Es lunes, el peor día de la semana. Aunque he dejado de trabajar en la estrecha oficinita de ese laboratorio, en el que diseñaba cajitas para medicina, sigue siendo el peor día de la semana; ya que todos te dan cita los lunes para conversar de cosas importantes, todos adoptan poses interesantes y miradas serias los lunes; como si fuera el único día en que debemos tomarnos en serio nuestras vidas. Creo que te citen los lunes es una forma de venganza; ya que me tocó salir de mi cama caliente y cómoda, se acabo el fin semana: jodete tu también, te cito un lunes. Y aquí estoy el peor día de la semana, en una silla totalmente incomoda, en la que no entra todo mi trasero y una parte de mi nalga izquierda queda en el aire. Aquí estoy con este dolor de muela que me esta desgraciando la vida, desde que me tome aquel ron con Coca Cola. La coca cola es muy dulce , me decía siempre Nancy,  cuando tenia dolor de muela y me la quitaba de la mano. Pero ella ya no está y la Coca Cola la puedes tener en tu mesa por unas cuantas monedas.

He tomado una de esas revistas que colocan en las mesitas de la sala de espera como para uno se entretenga y no piense en el dolor físico que le aqueja; ni en el dolor monetario que se llevará después en el bolsillo, al pasar por caja. Casi siempre estas revistas son pasadas, con muchos años de diferencia de los que vivimos en el presente. Cogí una y la abrí por la ultima pagina. Era el horóscopo, miro la fecha y tiene dos años de atraso, igual lo leo con la misma atención como si me revelara enigmas nunca antes dichos: tendrás suerte en el amor, tu relación está cada vez más sólida, vienen compromisos mayores. Ojalá me hubieran dicho eso hace dos años, cuando Nancy aún tenía su ropa en closet y un lado de la cama estaba separado para ella. Le hubiera pedido que se quedé. Que ya no me escaparía con los muchachos al bar y llegaría al día siguiente y me metería en la cama, fingiendo haber llegado más temprano. Y te levantes cansada a prepararte para la oficina, porque la noche estuviste esperando angustiada pensando que algo malo podría haberme pasado. Hubiera dejado de hacer chistes tontos y robarte una sonrisa, pensando que así las cosas se arreglaban, y te hubiera perdido perdón; un real perdón por todo el daño hecho, si con eso no te ibas.

Paso a la siguiente página y hay un anuncio de unos jeans. La modelo es bastante delgada y los jeans le quedan ajustados. Con los brazos levantados forma un triángulo perfecto con su espalda. Aunque su cara mira de costado y puedo apreciar parcialmente sus gestos, se que eres tú. Reconocería, aunque estuviera ciego, esa espalda huesuda, con los homoplatos sobresalientes, que tanto me gustaban. Sobre los cuales deposité mis labios tantas veces recorriendo cada centímetro, revestido con esa piel canela, suave y brillante a la luz de la mañana.

Se te nota muy segura, paso la pagina y hay más fotos tuyas; una nueva modelo que han descubierto dice el encabezado. Dicen que eres una modelo latina que vive en New York y lo tengo claro, porque fue ahí donde dijiste que ibas esa tarde en te paraste en la puerta del pequeño estudio que teníamos en el departamento, todo atiborrado de libros que ya habíamos devorados juntos en las noche en que preferíamos un vino en la sala, iluminada con velas y la poesía ocupando el espacio que le pertenecía al aire. Te ibas a New York, cansada de mi falta de compromiso ante nuestra relación, de darle más tiempo a mis intentos de escritor que apoyarte en tus sueños. Y se te veía tan hermosa con unos jeans viejos y el cabello suelto, que el viento helado del otoño movía como si tuviera dedos. Me dieron ganas de correr, abrazarte y que no te vayas nunca, pero solo le di una pitada más a mi cigarrillo y te dije : "querida, pero si la poesía es lo único que importa". Apretaste los puños y saliste presurosa por la puerta. Yo me quede corrigiendo mi ultimo relato.

Ahora que veo las fotos donde sonríes, hace mucho que no veía tus dientes, blancos como este salón donde espero mi turno; y leo que eres feliz, que has cumplido tu sueño. Y me viene a la cabeza tu voz pronunciando: "Quisiera poder leer tanto como tú y escribir maravillosamente como Rimbaud, y solo tenia 20 años". Y yo te abrazaba y te decía que la llegará el día, que la poesía se aparece cuando menos lo esperas. Como un vendaval de esos que desequilibran tu existencia. Y veo que has llegado al mundo que querías, rodeada de artistas y fotógrafos, gente de mundo que tanto admirabas y anhelabas como amigos.

Paso la pagina y veo una mesita de centro que pienso se vería bien en la casa, para que no se sienta tan vacía; porque ahora que has vuelto en esas fotos, y has recorrido tus pasos en los recuerdos que guardaba; yo también me he ido de aquí, un poquito hacia atrás, hacia el pasado, donde esa casa no era solo mía. Y se ha quedado vacía, sin mi, sin ti, sin los recuerdos de lo que alguna vez fuimos. Siguiente, grita la enfermera a todo pulmón, mientras me mira. Dejo la revista, con todas las añoranzas que has traído, sobre la mesa y camino en dirección al consultorio. Le pediré que me intervenga sin anestesia, a ver si el dolor me hace sentir un poquito vivo.

sábado, agosto 20, 2011

NeGaTiVos


Paso tantas horas frente a la computadora tratando de escribir un nuevo cuento para mantener a mi editor tranquilo, así pueda cobrar los derechos y ambos poder comer y comprar bebidas durante unos meses sin procurar buscar un trabajo a tiempo completo, esclavizante , o tener que dictar clases a niños bien en estas universidades descartables que se han puesto muy de moda últimamente. Pero no puedo.

Las revistas ahora ya no quieren más cuentos o novelas por avances, no es rentable dicen cuando les propongo volver a escribir esos relatitos de amor para quinceañeras vírgenes que distribuía a varias de las revistas de alcurnia. Es que la juventud de ahora ya no lee, me dicen de la manera mas amable que pueden. Es que las paginas que antes llenaban con mis letras ahora las llenan con fotografias de estas jóvenes ebrias o gritando desenfrenadas en alguna exclusiva fiesta.

El mundo cambió y no me di cuenta. Ha pasado mucho tiempo desde que decidí encerrarme y vivir de los derechos de algunas novelitas que publiqué y de estos cuentos que publicaba de vez en vez. El departamento cada vez huele un poco mas rancio, las ventanas se han oxidado con la humedad, la radio y el televisor me gritan canciones que te traen dibujada entera, de pies a cabeza.

Desde que te fuiste de este lugar, llevándote las cámaras al hombro, los lentes, los rollos y las tarjetas de esas nuevas cámaras digitales que nunca acabe de entender; decidí quedarme en este cuarto suspendido en el tiempo. Era como si fueras mi nexo con la realidad que avanzaba a paso veloz. Recuerdo que siempre venias de alguna nueva conferencia en la que habías aprendido a usar las herramientas digitales para editar fotos o alguna novedad tecnológica y me lo contabas con los ojos muy abiertos, la emoción se apoderaba de tu piel y las comparabas con las viejas herramientas, el cuarto oscuro y el negativo que te hacía perder la paciencia, pero que a mi tanto me gustaba. Adoraba tus manos oliendo a químico revelador, aunque a veces despintaran las puntas de las hojas de mis libros nuevos.

Creo que esta semana que viene tendré que ir a buscar algunas horas que dictar en la universidad y tendré que adaptarme a este mundo que avanzó dejándome atrás con mi poesías que ya no enamoran a nadie; con mis relatos y novelas de estilo antiguo; pues aferrarse al amor idílico es anticuado. Ese mundo que te arrastro con él e hizo que soltaras mi mano para seguir avanzando mientras te añoro desde este rancio lugar.