Bueno el contendio de esto son mis desvarios, tropezones, alucinacion y (pocaS) cosas cuerdas que digo, esrcibo o pienso.

martes, octubre 31, 2006

ChInA







Llovisnaba en Lima. Las veredas mojadas, húmedas; hacían que la gente camine con el mas mínimo cuidado . Contando sus pasos, cual muerto que regresa de la tumba para recordar los tiempos vividos; que siempre fueron mejores.

La garúa no era intensa, pero si molesta. Era insoportable tener pedacitos de lluvia , que mas parecían lágrimas de un cielo, fustrado por la perdida de la belleza entre nosotros; cayéndote en la cara. Decidí refugiarme de este llanto ,corriendo al "Averno". Bar de beatniks en proceso de extinción y poetas malditos que te cambian los poemas ,por algunos cigarrillos baratos. Cuando llegué , la puerta estaba cerrada. Tuve que llamar varias veces, hasta que mis nudillos se rasparon. Me abrió un tipo viejo, con una barba canosa y descuidada. Me miró con cierta molestia. Ingrese y con la luz más definida, pude distinguir que tenia un parecido a Bukowsky. Me causo gracia. Creo que el tipo se dio cuenta que me burlaba de su aspecto, por como me miraba.

Caminé a una de las mesas. El piso estaba algo sucio y embarrado, por la lluvia.

¿Que vas a tomar?- me dijo el tipo
Un pisco- le respondí, alcanzandole el dinero.

Sentado, sin nadie con quien hablar, mas que con mi conciencia; recorro las paredes del lugar y logro distinguir una fotografía. Dos jóvenes abrazados ; con un vino ,en caja, sobre la mesa; sonríen como si la vida no se les fuera a acabar nunca. La chica sostiene un libro de Henry Miller, él solo sostiene su vaso en el aire.

El camarero regresa con el pisco. Me lo extiende. Pero no le hago caso. Estoy absorto con dicha fotografía. el camarero mira la fotografía, lanza un suspiro y se va.

No puedo creer que ,después de tantos años ,esa foto siga allí. Con la misma vitalidad que desprende los que aparecen en ella. Somos la China y yo. El libro que ella sostiene, es el que le regale cuando jugábamos a ser beats. A creernos , ella Bukoswky en versión femenina y yo una mezcla de Rollin Stone con William Burroughs.

La foto te ha traído, China, desde el lejano y helado lugar donde te ecuentras. Para colocarte en este lóbrego lugar, que desprende una calidez, típica del infierno. Te ha traído, para sentarte frente a mi . Como en aquella noche , en que Laly nos tomo la foto; aduciendo que eramos socios VIP del lugar y lanzo una carcajada aguardientosa , que asusto a los demás ebrios del local. Entre ellos, se encontraba el señor Portugal, el que predijo nuestro matrimonio, después de recitarnos unos poemas de Westphalen. Ese flaco maravilloso que engrandeció la poseía peruana.

China, ahora que te tengo en frente, te diré que las cosas han cambiado mucho por acá. "El Averno" ya no es el mismo. No se si sera la gente, los continuos intentos de desalojo por parte de la municipalidad, o que tu ya no vienes a embriagarte , como todos los viernes, hasta bordear el coma etílico. Te acuerdas de como nos burlábamos de todos y rompías los vasos sobre el suelo de barro. Creíamos tener el mundo a los pies. Cómo Laly se enojaba y decía que nunca más nos dejaría entrar . Pero al siguiente viernes nos acompañaba en la mesa y hablamos del arte, de la música y más. Esos eran buenos tiempos.

Quilca, la calle en la que queda "El Averno"; no se si te acuerdes de eso, China; ya no es la misma. Las bloquetas ,del siglo pasado , han sido removidas. Los señores que se paraban a hablar de política, formando círculos sobre ella, han sido desalojados. Exiliados en sus propias casa, ya no aparecen por acá. Como te gustaba venir a escucharlos, "Hay que aprender algo de todos" ,decías con un tono solemne ; demostrando tu sencillez, ya que tu sabias mucho mas que ellos. Por eso te admiraba y ahora recién lo sabes.

Los centros comerciales han invadido las veredas de Quilca. La gente pasea por ella, sin temor a los locos que habitaban antes este lugar. Se colocan sus mejores ropas y caminan impostando pasos de primera clase. Me dio mucha pena ver este cambio y que nada pudimos hacer por detenerlo. Algunos intentamos algo , armamos barricadas, protestas, pero las fuerzas policiales pudieron más.

China , ahora que te veo , no has cambiado nada. Sigues igual que las noches en que nos escabullíamos de la fuerza represora de tus padres y desaparecíamos por días, recorriendo Lima a pie, en bus o en lo que se pudiera. Esa lima horrible ,como todos la llaman, a la que todos temen; pero que se convirtió en nuestra casa. Nos acogió , con los brazos abiertos, como palomas heridas, como piezas que no encajaban en ningún rompecabezas.

Aun recuerdo cuando me llamaste esa tarde. Era primavera. La época mas feliz del año. Ya no hacía tanto frío y el sol se deslizaba tímidamente por mi ventana. El teléfono sonó y tu voz al otro lado del aparato, se escuchaba temerosa, dubitativa. Te pregunté si te pasaba algo y me dijiste que nada. Luego un silencio sepulcral se apodero de la conversación. Sabía que estabas mal y que no me lo dirías. Quise decirte que estés tranquila, que mientras yo estuviera a tu lado no iba a dejar que nada malo te pasara. Que quería tomarte entre mis bazos y besarte . Que ya no quería ser un beat . Quería curarme la resaca y vivir contigo en una casa alejada de la encementada ciudad. Pero lo deje para mi conciencia. Llorabas del otro lado de la linea, lo supe. Me dijiste "Chau" , no te respondí y colgaste.

La angustia me carcomió toda la tarde, así que fui a buscarte a casa. Tiré las piedritas de siempre a tu ventana. Tres , para que sepas que era yo. No saliste. Así que tuve que tocar la puerta. Tu abuela se asomó enojada, como siempre. "Se ha ido a California". Un viento helado acarició mi cara y el interior del cuerpo. Esa llamada que me hiciste había sido para decirme adiós. Cómo no lo supe. Debí decirte todo lo que quise, para ver si te convencía de quedarte. Tu abuela me miraba con cierta satisfacción, ya que sabía que sufría por dentro. Cogí un taxi y me dirigí, lo mas rápido que pude, al aeropuerto. Cuando llegué, corrí hacia la caseta de informes y una chica, con voz de robot , me dijo que el vuelo a California había partido hace media hora. Me quedé mirándola sin decirle nada. Los sonidos de los parlantes, los aviones despegando, habían desaparecido del ambiente. Me dirigí lentamente hacia la puerta y salí del lugar. Camine mas de 4 horas rumbo a casa, pensado en todo lo que había pasado, en como el tiempo, después de muerto, es irreversible.
Pido la cuenta al tipo con apariencia Bukowskiana y me dirijo a la puerta del local. Antes le hecho una mirada panorámica al lugar y suspiro. Como si con ello dejara todos mis recuerdos viviendo entre las paredes y las mesas. Camino , con la llovizna sobre la cara, por las calles de Quilca. Veo a dos guardias sujetando dos perros fornidos como ellos. Las lunas de los cafés están relucientes y sus mesas limpias esperan comenzales que puedan desembolsar los altos precios del lugar.
¿Por qué tuviste que irte, China? ¿Esa era acaso la vida que siempre soñaste? . Ser diseñadora de interiores. ¿Diseñar la casa de Phil Collins?¿ Lo que hacías acá , era solo para matar el rato, para esperar que la fortuna te sonría y puedas ingresar al jet set Californiano, como ahora?¿Te acordaras de mi?¿ Que alguna vez soñamos escaparnos a Francia y recorrer los lugares donde habitó Cortazar? Y una ultima pregunta China ¿Por qué te fuiste, llevándote a Quilca y todas mis esperanzas ,contigo?


jueves, octubre 05, 2006


Y estaras FELIZ mientras te duren las esperanzas (con el)


mientras creas ser princesa


mientras te duren las novelas


Y estare asi esperando a que te des cuenta


que las novelas se acaban


que las princesas no existen


que las esperanzas son colores no santos


mezclados con mierda


Y vendras aqui cuando necesites que te abrace


cuando hayas llorado lo suficiente


cuando estes a punto de cortarte las venas


y estare aqui para darte ese abrazo


para decirte tranquila niña , ya todo paso


para escribirte novelas


para que seas mi princesa


para que me crees esperanzas aunque sepan a mierda.