Bueno el contendio de esto son mis desvarios, tropezones, alucinacion y (pocaS) cosas cuerdas que digo, esrcibo o pienso.

viernes, agosto 01, 2008

CaFé ReCuErDo



Saqué un cigarrillo de la cajetilla que tenia a medio usar y lo encendí con un cerrillo. El humo del fósforo casi me ahoga. Abrí la puerta del café "900" y recorrí el lugar, flanqueado por las mesas, mientras que el rechinar del piso de madera me hacia compañía, como un coro de iglesia. Me senté en la mesa de siempre. Donde había compartido sueños, risas, llantos, rupturas y vueltas, con Sofia. Nos habíamos citado en ese lugar, después de muchos meses sin vernos. Ahora que hago un recuento, fueron casi dos años sin ella. Estoy ansioso o eso veo, por la manera que tengo de fumar , encendiendo un cigarrillo con la colilla del otro.

El mozo se me acerca y le pido un wisky con hielo. El alcohol siempre fue mi mayor aliado para enfrentar este tipo de situaciones.

Nos hemos citado para conversar. Fui yo quien la llamo. Le dije que era una cita de buenos amigos, para hablar sobre los viejos tiempos, sobre las noches mejores.

Aceptó. El lugar, le dije, seria el viejo café donde nos conocimos una tarde, en la que yo andaba pensando en la teorizacion del cine y ella venia apurada. Llevando 5 libros pesadísimos en los brazos. Era una excelente equilibrista, para poder caminar, hablar, pensar; con tal cantidad de peso. Solo había entrado al bar a cambiar un billete. Se pidio un cafe y lo tomaba a la carrera. La observaba. Sola ante el mundo. Con esos ojos grandes, negros, llenos de poesía; que siempre me gustaron. Que siempre adore. Que me miraban de par en par cuando hacíamos el amor. Y ese cabello largo liso , como hojas de papel en blanco.

Me aproxime a ella. Le ofrecí un cigarrillo y ella ni alzo la vista para rechazarlo. Le dije hola y ella me respondió diciendo que estaba ocupada y no tenia tiempo para enamorarse, si ese era mi objetivo. Y salio del bar. La perseguí. Estuve un par de semanas acechando su camino. viendo donde trabajaba. A que hora salia. Me sentía un guerrillero del amor.

Un día la aborde al momento de abrir su puerta. Se sorprendió.Le dije que yo era el tipo con quien iba a vivir el resto de su vida. Que yo era el padre de sus hijos. Me dijo que estaba loco, que no la molestara y se abrió camino. Le grite que la amaba, que la amaba desde mi vida anterior. Ella se sonrió y esa fue la señal para poder amarla.

Unas semanas después nos mudamos juntos. Hicimos el amor a la luz de la luna. En la mañana, en la tarde. atendí sus enfermedades, ella, las mías. Soné con ella. Volamos juntos. Nos embriagamos. Compramos cuadros para la casa. Escuche sus penas, ella las mías. Compartimos minutos, horas, días, años.

Pero el amor, a veces, necesita respirar. O es que yo soy así, experimental, a veces necesito estar solo, simplemente solo. huir. Y cogí mis cosas. Las metí en una maleta. Y deje la casa. Sin una nota de despedida. Sin avisar previamente. Ella no supo mas de mi hasta hace unos meses que volví a llamarla. Se sorprendió, pero no quiso saber de mi. Hasta ahora que la espero en este café.

La imagino entrar por esa puerta. Con ese saco gris que siempre adore. Combinado con las all star rosadas, que le iban tan bien. El cabello suelto. Y ese cuello huesudo que tanto me gustaba. Ese cuello huesudo que moría por besar. Creo que aun la amo. O mejor dicho, nunca la deje de amar. Solo que soy así, huraño por momentos.

Han pasado casi dos horas desde que llegue y ella no aparece. Miro la foto que he traído de ella, por si acaso no pueda reconocerla. Esta sonriente. Soñadora. La miro y la amo mas. Que tonto fui al dejarla, pienso. Y me pido un tercer wisky. Las horas pasan y ella no llega. El café esta por cerrar. Creo que no vendrá. Miro la foto y comprendo que solo sera eso. Una foto. Un recuerdo bonito. Un recuerdo que perdí o se dejo perder.