Bueno el contendio de esto son mis desvarios, tropezones, alucinacion y (pocaS) cosas cuerdas que digo, esrcibo o pienso.

domingo, noviembre 04, 2007

MiStErIoSa



He salido al umbral de la puerta de casa y me he sentado en la escalerita a desnivel que posee la entrada. Es una noche fresca. Hace un frío agradable y el cielo , aunque con pocas estrellas, se ve radiante.


Enciendo un cigarrillo, y la flama del encendedor ilumina el lugar. Se ven los arboles de pino a lo lejos y las escazas viviendas que comparten este espacio. Los campos de cultivos son inmensos . La gente aprovecha la tierra. Las casas son pequeñas, ya que hay que tener la mayor extensión libre para el cultivo. Mañana no pienso ir a labrar mi parcela. Las manos ya se me han partido. Una gran zanja, como hecha con segadora, divide mi mano en dos. Al igual que mi alma. Ahora estuviera en la cama, para levantarme a las 4 a.m. Aunque sufro de insomnio crónico, acostarme temprano me hace sentir menos culpable.


Llegué a este pueblo hace dos años. Pensando quedarme un par de meses. Era el sitio perfecto para lavar las culpas. Para curar las grietas que te abre la ciudad en la moral. Traje solo lo necesario. Un par de polos , un jean y "Los detectives Salvajes" de Bolaño. Podía sobrevivir.

En mi camino errante, trabajoso. Pase por esta casa. En la que ahora me siento. el agua escaseaba, me acerque a tocar la puerta. Una mujer de ojos café, inmensos; como el sol que nos miraba; me abrió. No pude articular palabra. Me hizo un ademán para que ingresase. La gente en este lugar es muy confiada. Te pueden prestar hasta su propia cama y ellos dormir en el piso. Dicen que así hacen el bien y van al cielo. Yo no lo creo.


Era viuda, al menos eso creía ella. Acaba de perder a su esposo en la montaña. Se había ido con la guerrilla. A la fuerza. Una noche entraron a la casa, lo sacaron de la cama, le amarrarón las manos y la boca. No les dieron tiempo de despedirse. Nunca mas lo vio.


Me ofrecí a ayudarla con las tareas del campo. Eso me sentaría bien. Algo de penitencia ayudaría. Ella acepto con una gran sonrisa. A cambio me daba casa y comida.


Nuestra relación siempre fue muy profesional. Aunque no niego que muchas veces se me paso por la cabeza correr hasta su cama y colarme entre sus sabanas. Pero me contenía. Todos los días me levantaba a las 4 a.m. Es la mejor hora para remover la tierra. Además el aire es fresco y limpio. Ayuda a los pulmones , a no cansarse. Ella siempre permanecía dormida a esa hora. La veía a la hora del almuerzo , que me lo llevaba. Cosa que siempre le dije no tenia que hacer, ya que era yo quien le debía todo a ella.



Siempre en las tardes nos sentábamos, sin hablar, a ver la caída del sol. Era esplendido. Sus rayos confundiéndose entre las copas de los arboles. Devorándolos. Parecía quemarlos en una gran flama. Luego de ello entrabamos a la casa, y la mujer se sentaba a leer un librito, que luego descubriría que su nombre era: "manual del soldado guerrillero".


Así transcurrían los días. Monótonos, tranquilos, pacientes. Aunque a veces se interrumpía por la alerta de que venia la guerrilla. Entonces había que esconderse debajo de la cama y apagar las luces. De vez en cuando se escuchaba una explosión lejana. Ella, siempre ante el aviso, abría los ojos de par en par, como ventanas esperando capturar alguna imagen. Creía escuchar la voz de su esposo a lo lejos.


Un día algo rompió la rutina. La mujer, de la cual nunca supe el nombre, apareció frente al colchón que me había acomodado junto a la cocina; desnuda. Tenia una anatomía perfecta. Senos pequeños y compactos. Piernas largas, relucientes. Se acostó a mi lado. Beso mis labios y comenzó a sacar mi camisa. No supe que hacer. Ella comenzó a llevar la acción. Hicimos el amor sin decirnos la mas mínima palabra, solo gimió un par de veces.


A la mañana no fui a la tierra. No quería. Quería quedarme al costado de su cuerpo caliente. Abrazados. Nadie nos podía separar. Pero de pronto me miro a los ojos y me dijo las únicas palabras que pronuncio en toda el tiempo que vivimos juntos. "Me voy a la guerrilla". Tomo su ropa, se paró y comenzó a vestirse, mientras yo la miraba atónito. Cogió sus mochila y emprendió camino a la montaña. No supe mas ella. Supongo que habrá muerto. Una mujer así no sobreviviría a una experiencia como esa. Creo que soy una especie de viudo.


Desde aquel día, me siento en el umbral de la puerta, por la tardes, por las noches. Esperando la guerrilla. Dicen que de vez en cuando pasa las columnas patrullando por detrás de los arboles. Ojala hoy logre verla. Hace buen clima como para hacer el amor.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Luego de Alas Atrofiadas, este es uno de tus relatos que me ha significado mucho ¿me dejarías publicarlo?
Saludos
M.
www.sextante.com.mx

dioni blasco dijo...

¡Dejadme hacer pis!


Cuando era pequeñito no me dejaban ir al servicio a orinar en el colegio cuando realmente tenia ganas.
En el instituto tampoco me dejaban alegando cualquier tontada por parte del señor maestro.
En el servicio militar, y fíjense en La primera palabra, la de servicio, no se te ocurría decir que tenias ganas de irte a hacer un pipi, por la cuenta que te traía y el arresto que té podia llover del cielo por insultar a la patria o por lo que fuese.
Mas tarde en el trabajo no me dejaron ir a orinar cuando lo necesitaba.
Es absurdo escribir la numerosa gente que he conocido que por una razon u otra se estaba meando y no le han dejado.
Y el caso es que el otro dia fui al medico y me dijo que tenia un problema con la orina...
No te jode...
Ya me lo veía venir yo solito...
Ya te digo...
Y que conste que nunca he sido una fabrica de orinados en potencia.

Anónimo dijo...

mmm...atonita, m parce muy bueno.. mmm Graxias x ello m djas pnsando

Anónimo dijo...

niño pero sabs q - l titulo no ba!!, pero bueno!!! bueno

santos dijo...

Hablas de climas.

Sabes una cosa.

Dentro de unos años ya no existirán. por lo del cambio.

Climático.

Aprovechad todos mientras podáis.

Paz Canela dijo...

hola...no se ni como llegue aca pero me ha encantado tu blog, especialmente este post, me dejo pensando, imaginandome la escena, me gusta como escribes...me gustaria suscribirme a este blog, sabes como se hace? yo soy una nueva bloggera, no se casi nada

- dijo...

wow! uno de los mejores q he leido. espero que el ser creativo vuelva a visitarte pronto. se te extraña.